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Epilepsia y Conducción

 

Epilepsia y Conducción: El Permiso de Conducir

 

¿Cómo obtener el permiso de conducir para personas que padecen epilepsia si es que pueden obtenerlo?

 

Hay limitaciones legales para que las personas puedan obtener el permiso de conducir, que están recogidas en la norma cuyo enlaces tienes más abajo.

 

Una persona con epilepsia debe ser muy consciente del grave peligro que entraña, para ella y para los demás, conducir si su neurólogo lo desaconseja. Por ello, lo primero que ha de hacer es consultarle.

 

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En cualquier caso, para obtener el permiso de conducir, necesitará informe médico neurológico positivo, que deberá entregar junto con su solicitud en las oficinas de la Dirección General de Tráfico. Cumplidos los demás trámites y obtenido el permiso, debe tener en cuenta, que este siempre estará condicionado a que se mantengan las condiciones positivas expuestas en el informe neurológico.

 

En caso de que empeorar o mejorar deberá de ir al neurólogo para que valore la situación nuevamente y emita un nuevo informe que deberá entregar en la Dirección General de Trafico, que tendrá que resolver la retirada o concesión, según el caso, del permiso de conducir.

 

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La regulación del permiso de conducción de personas con epilepsia, depende del tipo de crisis y el tipo de carnet:

 

    • • Hay crisis que no afectan a la conducción y se permite la conducción.
    • • Hay crisis que sí afectan y según del tipo que sean, habrá que esperar 6 meses o 1 año, sin estos tipos de crisis.
    • • Para conductores profesionales la norma es más restrictiva y deben esperar10 años sin crisis y sin tomar medicación.

 

No olvide nunca que una crisis epiléptica durante la conducción de un vehículo es un peligro muy grave para la seguridad vial, que podría causar la muerte de la persona que sufre esa crisis conduciendo, de los ocupantes de su vehículo y de otros y también de los peatones.

 

Orden PRE/2356/2010, de 3 de septiembre, por la que se modifica el Anexo IV del Reglamento General de Conductores, aprobado por el Real Decreto 818/2009, de 8 de mayo.

 

Publicado en: «BOE» núm. 220, de 10 de septiembre de 2010, páginas 77421 a 77427 (7 págs.)

Disposiciones generales: Departamento: Ministerio de la Presidencia

Referencia: BOE-A-2010-13946

Permalink ELI:https://www.boe.es/eli/es/o/2010/09/03/pre2356

 

Apartado 9 Sistema Nervioso y Muscular

 

No deben existir enfermedades del sistema nervioso y muscular que produzcan pérdida o disminución grave de las funciones motoras, sensoriales o de coordinación que incidan involuntariamente en el control del vehículo.

 

Se define la epilepsia como la presentación de dos o más crisis epilépticas en un plazo menor de 5 años. Por crisis epiléptica provocada la que tiene un factor causante identificable y evitable.

 

Ver / descargar BOE al completo

 

Exploración (1)

Criterios de aptitud para obtener o prorrogar permiso o licencia de conducción ordinarios

Adaptaciones, restricciones y otras limitaciones en personas, vehículos o de circulación en permiso o licencia sujetos a condiciones restrictivas

Grupo 1: AM, A1, A2, A, B, B + E y LCC (art. 45.1a) (2)

Grupo 2: BTP, C1, C1 + E, C, C + E, D1, D1 + E, D, D + E (art. 45.1b y 2) (3)

Grupo 1 (4)

Grupo 2 (5)

9.2 Epilepsias y crisis convulsivas de otras etiologías.

No se permiten cuando hayan aparecido crisis epilépticas convulsivas o crisis con pérdida de conciencia durante el último año.

Sólo se permiten cuando no han precisado tratamiento ni se han producido crisis durante los diez últimos años.

Los afectados de epilepsias con crisis convulsivas o con crisis con pérdida de conciencia, deberán aportar informe favorable de un neurólogo en el que se haga constar el diagnostico, el cumplimiento del tratamiento, la frecuencia de crisis y que el tratamiento farmacológico prescrito no impide la conducción. El período de vigencia del permiso o licencia será de dos años como máximo. En el caso de ausencia de crisis durante los tres últimos años, el período de vigencia será de cinco años como máximo.

Los afectados de epilepsias deberán aportar informe favorable de un neurólogo en el que se acredite que no han precisado tratamiento ni han padecido crisis durante los diez últimos años, no existe ninguna patología cerebral relevante ni actividad epileptiforme en el EEG. El período de vigencia del permiso será de dos años como máximo.

En el caso de crisis convulsivas o con pérdida de conciencia durante el sueño, se deberá constatar que, al menos, ha transcurrido un año sólo con estas crisis y sólo durante el sueño.

Sólo se permiten cuando no han precisado tratamiento ni se han producido crisis durante los diez últimos años.

En el caso de estas crisis durante el sueño, el período de vigencia del permiso o licencia será como máximo de dos años, con informe favorable de un neurólogo en el que se haga constar el diagnóstico, el cumplimiento del tratamiento, la ausencia de otras crisis convulsivas y que el tratamiento farmacológico prescrito, en su caso, no impide la conducción. En el caso de ausencia de este tipo de crisis durante los tres últimos años, el período de vigencia será de cinco años como máximo.

Los afectados de epilepsias deberán aportar informe favorable de un neurólogo en el que se acredite que no han precisado tratamiento ni han padecido crisis durante los diez últimos años, no existe ninguna patología cerebral relevante ni actividad epileptiforme en el EEG. El período de vigencia del permiso será de dos años como máximo.

En el caso de crisis epilépticas repetidas sin influencia sobre la conciencia o sobre la capacidad de actuar, se deberá constatar que, al menos, ha transcurrido un año sólo con este tipo de crisis.

En el caso de crisis epilépticas repetidas sin influencia sobre la conciencia o sobre la capacidad de actuar, se deberá constatar que, al menos, ha transcurrido un año sólo con este tipo de crisis y sin tratamiento.

Deberá aportarse informe favorable de un neurólogo en que se haga constar el diagnóstico, cumplimiento del tratamiento, en su caso, la frecuencia de las crisis y que el tratamiento farmacológico prescrito no impide la conducción. El período de vigencia del permiso será de dos años como máximo.

Deberá aportarse informe favorable de un neurólogo en que haga constar el diagnostico, la no existencia de otro tipo de crisis y que no ha precisado tratamiento durante el último año.
El período de vigencia del permiso será de un año como máximo.

En el caso de crisis epiléptica provocada debido a un factor causante identificable se deberá aportar un informe neurológico favorable en el que conste además un período libre de crisis de, al menos, seis meses. Se tendrán en cuenta otros apartados de este Anexo.

En el caso de crisis epiléptica provocada, debida a un factor causante identificable, se deberá aportar un informe neurológico favorable que acredite un período libre de crisis de, al menos, un año e incluya valoración electroencefalográfica. Se tendrán en cuenta otros apartados de este Anexo.
En caso de lesiones estructurales cerebrales con riesgo aumentado, para el inicio de crisis epilépticas, deberá valorarse su magnitud mediante informe neurológico.

No se admiten.

No se admiten.

En el caso de primera crisis o única no provocada, se deberá acreditar un período libre de crisis de, al menos, seis meses mediante informe neurológico.

En el caso de primera crisis o única no provocada, se deberá acreditar un período libre de crisis de, al menos, cinco años y sin fármacos antiepilépticos mediante informe neurológico. A criterio neurológico y si se reúnen buenos indicadores de pronóstico se podrá reducir el período libre de crisis exigido.

No se admiten.

No se admiten.

En el caso de otras pérdidas de conciencia se deberán evaluar en función del riesgo de recurrencia y de la exposición al riesgo.

En el caso de otras pérdidas de conciencia se deberán evaluar en función del riesgo de recurrencia y de la exposición al riesgo.

No se admiten.

No se admiten.

 Si se produce una crisis convulsiva o con pérdida de conciencia durante un cambio o retirada de medicación se deberá acreditar 1 año libre de crisis una vez restablecido el tratamiento antiepiléptico. A criterio neurológico se podrá impedir la conducción desde el inicio de la retirada del tratamiento y durante el plazo de 6 meses tras el cese del mismo.

No se admite la mediación antiepiléptica.

No se admiten.

No se admiten.

 

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Cómo afecta la epilepsia

Cómo afecta la epilepsia

 

Afecta de forma muy diferente, dependiendo de si están controladas o no las crisis de epilepsia.

 

Al 70% de las personas que padecen epilepsia, tienen las crisis controladas, por lo que su afectación es más bien leve, con ciertas precauciones, pueden llevar una vida nomalizada, solo tendrán en cuenta algunas precauciones:

 

    1. – Deben ir acompañados a la hora de ir a bañarse, por ejemplo, en el mar.
    2. – Deben dormir de 6 a 8 horas diarias.
    3. – No deben ingerir alcohol ni otro tipo de drogas.

 

 

Sin embargo, para las personas que no se ha conseguido controlar las crisis de epilepsia, y que, por lo tanto, necesitan medicación diaria, la epilepsia puede afectar al desarrollo de toda su vida.

 

Dependerá de la edad en la que aparece la epilepsia y de los efectos secundarios de la medicación. a cada persona le afecta de una forma diferente. tampoco será igual si toma uno, dos o incluso tres medicamentos antiepilépticos. y por último, también es determinante que, incluso tomando medicación, persistan las crisis.

 

Finalmente hay que saber que, en algunos casos y sin que se pueda establecer siempre una relación de causa-efecto, la epilepsia puede estar asociada a discapacidades intelectuales graves.

 

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Tengo epilepsia ¿y ahora que?

 

Tengo epilepsia ¿y ahora que?

 

Informarse y conocer la enfermedad utilizando fuentes autorizadas o fiables.

 

Buscar los profesionales y/o instituciones especializadas que nos puedan ayudar.

 

Acudir a programas de autoayuda especializados en epilepsia.

 

Seguir siempre las recomendaciones del neurólogo.

 

Tomar la medicación en la cantidad y horas prescritas.

 

En ningún caso interrumpir la toma de medicación.

 

Evitar el stress.

 

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No tomar alcohol ni drogas.

 

Dormir de 6 a 8 horas diarias.

 

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Historia y Personajes

 

Historia y Personajes

 

Hace más de cuatro mil años, los sumerios denominaron a la epilepsia como “enfermedad de las caídas”, según se menciona en textos babilonios muy posteriores (1067-1046 a.C.) Pero la referencia escrita más antigua se encuentra en el Código de Hammurabi (1.750 a.C), donde se la califica de “enfermedad vergonzante” y ya se recogen las supersticiones e ideas erróneas que han afectado a esta enfermedad desde entonces a nuestros días.

 

El primero que las combatió fue el griego Hipócrates (siglo V_IV a.C.), uno de los padres de la medicina, que escribió un tratado sobre la mal llamada “enfermedad sagrada”. Renegó de dicha calificación, la definió como una enfermedad natural más y combatió duramente a quienes aseguraban que era causada por ataques de divinidades o espíritus malignos.

 

Lamentablemente, a pesar de Hipócrates y de muchos que siguieron su senda, durante muchos siglos predominó el pensamiento supersticioso y la conducta social cruel hacia las personas que padecían epilepsia, especialmente en el ámbito cultural del cristianismo, donde se la asoció frecuentemente con la posesión demoníaca.

 

El llamado siglo de las luces (Siglo XVIII) no iluminó apenas el panorama médico y social de la epilepsia; más bien al contrario, las personas afectadas fueron sometidos a terribles y absurdos tratamientos de investigación sin que se produjera ningún avance médico ni tampoco en su consideración social y religiosa.

 

No fue hasta finales de siglo XIX que se inició una investigación seria y rigurosa de la epilepsia, como enfermedad neurológica originada en el cerebro. Y, a partir del siglo XX, se produjo un progreso continuo, con importantes avances tanto en los métodos de diagnóstico como en el tratamiento de esta enfermedad.

 

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A lo largo de la Historia, las personas con epilepsia han tenido que ocultarla. A las mujeres, en general, les era más fácil porque podían recluirse o ser recluidas en el hogar o en el convento sin que eso llamara la atención, hasta el punto de que se llegó a pensar que era una enfermedad que tenía más incidencia masculina, algo que sabemos que no es así.

 

Aún hoy, en pleno siglo XXI, persiste un grado de discriminación social que resulta ya inadmisible y esta es la más importante razón de ser de la Fundación Hipocampo.

 

A pesar de toda esa larga historia de maltrato e ignorancia colectiva, se ha podido saber que grandes personajes históricos tuvieron epilepsia: Sócrates, Alejandro Magno, Julio César, San Pablo, Juan de Arco, Santa Teresa de Jesús, Carlos V, el cardenal Richelieu, Haendel, Moliére, Napoleón, Pio IX, Dostoyevski, Flaubert, Lenin y muchos más.

 

Es lamentable que aún hoy, la mayoría de personas famosas con epilepsia la oculten, en lugar de convertirse en altavoces e inestimables agentes de concienciación social. Y, por ello, cobra mucho más valor, el gesto de los personajes públicos que la hacen visible. Es muy necesario que esa actitud vaya en aumento, como ha ocurrido con otras enfermedades estigmatizadas, como – por ejemplo- el cáncer.

 

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Que hacer ante una Crisis Epiléptica

 

Qué hacer ante una Crisis Epiléptica

 

Hay muchos tipos de crisis epilépticas. Es importante que todas las personas conozcamos los primeros auxilios que hay que prestar a alguien que sufre una de estas crisis, especialmente en aquellas que pueden suponer un riesgo para la persona afectada si quienes están con ella no saben cómo actuar.

 

Crisis Generalizadas con Convulsiones

 

Es aquella en la que la persona empieza a tener fuertes convulsiones y normalmente cae al suelo y pierde total o parcialmente la consciencia.

 

SI

 

  1. Mantener la calma y pedir silencio y calma a los presentes.
  2.  

  3. Colocar a la persona en el suelo, con cuidado, para que no se lastime. Girarla de lado para evitar que la saliva, flemas o vómitos puedan introducirse en las vías respiratorias.
  4.  

  5. Colocar una almohada o manta doblada bajo la cabeza, para evitar que se la golpee.
  6.  

  7. Quitarle las gafas, aflojar las prendas apretadas (cinturón, corbata u otras) y retirar cualquier objeto con el que se pueda hacer daño.
  8.  

  9. Cronometrar la duración de la crisis. Si dura más de 5 minutos, llamar a Urgencias.
  10.  

  11. Si en menos de 5 minutos, la crisis termina, comprobar que la persona respira bien, seguir a su lado y dejarle descansar, manteniéndola tumbada y de costado hasta que se recupere.

 

NO

 

  1. No introducir objetos en su boca ni intentar administrar ningún medicamento.
  2.  

  3. No sujetarle con fuerza para intentar frenar sus movimientos. Se le puede lastimar con ello.

 

Crisis Parciales Complejas o Desorientación

 

En este tipo de crisis, la persona sufre confusión mental y desorientación.

 

  1. Mantenernos a lado de la persona, cuidando de que no se haga daño o haga algo peligroso a causa de su desorientación.
  2.  

  3. Retirar de su alcance objetos que puedan ser peligrosos.
  4.  

  5. Si es preciso dirigir a la persona hacia alguna zona, a causa del algún riesgo, hay que hacerlo de forma calmada, sin forzarla y sin enfrentamiento. La persona puede reaccionar con enfado, a causa de su confusión mental
  6.  

  7. Después de la crisis, seguir acompañando a la persona hasta que se recupere por completo. Una vez que lo haya hecho, la persona puede continuar con su actividad si así lo considera .

 

Cuando hay que Llamar o Acudir a Urgencias

 

Generalmente no es necesario. Pero sí debe hacerse en las siguientes situaciones:

 

* Si la crisis dura más de 5 minutos o si se presentan varias seguidas

. En este caso hay riesgo de entrar en lo que se denomina “estado epiléptico” que supone un riesgo grave.

 

* Si es la primera crisis

o si hacía mucho tiempo que la persona no tenía una.

 

* Si al finalizar la crisis la persona no respira con normalidad o no ha recuperado completamente la consciencia.

 

* Si ha sufrido algún golpe fuerte en la cabeza o si presenta alguna lesión

en otro parte de su cuerpo.

 

* Si la crisis está asociada a estados febriles

o de enfermedad o en el contexto de

 

vómitos y diarrea

. Puede haber complicaciones que es preciso atender de forma urgente.

 

Personas que Pueden Necesitar una Medicación en el Curso de una Crisis

 

Como hemos visto, normalmente no se debe administrar ningún medicamento en el curso de una crisis.

 

Pero hay personas con tendencia a tener crisis muy prolongadas o repetidas, que tienen prescripción médica para administrar algún medicamento antes de que lleguen los servicios de urgencia.

 

Se trata de medicamento que se administran por vía rectal o bucal (bajo la lengua). Pero solo deben emplearse cuando hay seguridad de que la persona cuenta con esa prescripción médica.

 

Enlaces de interés

 
https://www.apiceepilepsia.org/que-es-la-epilepsia/primeros-auxilios-ante-una-crisis-convulsiva/

https://vivirconepilepsia.es/que-hacer-ante-una-crisis-epileptica

 

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Epilepsia y Empleo

Epilepsia y Empleo

 

Limitaciones legales

 

La epilepsia es una de las causas de exclusión o de restricción en la normativa legal que regula el acceso a determinados oficios y profesiones en España.

 

Se contempla la exclusión de las personas con epilepsia, sin excepciones, en las siguientes profesiones:

 

  1. – Las que comportan tenencia y uso de armas de fuego:
      militar, guardia civil, policía, vigilante de seguridad, ayudante de instituciones penitenciarias.
  2. – Las que comportan la conducción o control de aeronaves:
      pilotos y mecánicos de a bordo de cualquier tipo de aeronave, controladores aéreos.
  3. – Los puestos de mayor responsabilidad en la circulación ferroviaria
      .
  4. – Bomberos, en la mayoría de la Comunidades Autónomas
      .

 

Se contemplan restricciones dependiendo del control de las crisis, en estas otras:

 

  1. – Profesiones marítimas:
      solo se pueden obtener los correspondientes permisos si en el último año o en los dos últimos años – dependiendo del tipo de actividad – no han aparecido crisis.
  2. – Conducción de maquinaria peligrosa y de vehículos públicos:
      limitada a quienes no hayan tenido crisis en los últimos diez años.

 

Si las crisis no están controladas, lo que le ocurre a entorno a un 30% de las personas con epilepsia, la imposibilidad de conducir reduce las posibilidades de empleo, ya que muchos oficios y puestos de trabajo requieren la conducción de un vehículo, muy especialmente en el trabajo autónomo.

 

Ver “Epilepsia y conducción” pulsa aquí

 

Oportunidades laborales

 

No solo las limitaciones legales reducen las oportunidades laborales. También los efectos de las crisis ocasionales o de determinados tipos de crisis, no entrañando discapacidad pueden condicionar las aptitudes para determinadas funciones (problemas de memoria, reflejos mentales más lentos, desorientación momentánea). Igualmente los efectos secundarios de los medicamentos anti-epilépticos. Dependiendo de todo ello, las personas con epilepsia pueden necesitar una adaptación de las funciones y tareas de su puesto de trabajo. Por otro lado, las recomendaciones de prevención y seguridad laboral exigen un buen conocimiento, por la empresa y compañeros de trabajo, del tipo de crisis que presenta el trabajador/a y cómo atenderlas.

 

Las limitaciones legales y los efectos de la enfermedad y los medicamentos influyen de forma negativa en la empleabilidad de las personas con epilepsia. Un estudio realizado en nuestro país, sobre una muestra limitada de personas, ha concluido que esta no es muy diferente de la del resto de la población y que el desempleo es ligeramente superior. Pero faltan, en España, estudios socio-laborales de mayor amplitud. Lo cierto es que las entidades sociales vienen comprobando desde hace muchos años que hay un elevado número de personas con epilepsia que, por diversas razones, sufren discriminación laboral en los procesos selectivos o en la estabilización laboral.

 

En algunos casos, incluso habiendo superando la selección para acceder a un puesto o ya incorporadas a él y desempeñando satisfactoriamente sus funciones, las personas con epilepsia son rechazadas o despedidas después, en cuanto la empresa conoce el diagnóstico de epilepsia. En estos casos, operan entre los empleadores prejuicios e ideas erróneas que debe ser objeto de programas y campañas de información, concienciación y apoyo en el ámbito empresarial.

 

En el siguiente enlace, tienes el articulo “Epilepsia y trabajo: Riesgos y limitaciones. Una revisión desde la Legislación Preventiva Española”

 

https://www.medigraphic.com/pdfs/revmexneu/rmn-2014/rmn145f.pdf

 

33% de discapacidad para la epilepsia. Una justa reivindicación

 

Las limitaciones legales y las dificultades para el empleo aquí descritas no encuentran, sin embargo, medidas compensatorias. Es por ello, que desde la Fundación Hipocampo defendemos que a las personas con un diagnóstico de epilepsia se les reconozca por ley un 33% de discapacidad. De esta forma podrán optar a los puestos reservados en las administraciones públicas para personas con discapacidad superior a ese porcentaje y las empresas podrán beneficiarse de las medidas de fomento del empleo de dichas personas.

 

Es una justa medida que puede ayudar a paliar la discriminación laboral que sufren las personas con epilepsia.

 

No es la única. Hay mucho que hacer en este terreno. Entre los objetivos de la Fundación Hipocampo está el defender los derechos laborales de las personas con epilepsia y fomentar una nueva cultura empresarial que acabe por erradicar los prejuicios y desinformación actuales respecto a esta enfermedad.

 

La discriminación laboral de las personas con epilepsia. En este podcast de #HablemosDeEpilepsia, programa de @neofm_es y @hipocampo_f. Legislación, experiencias personales y enfoque sindical.

https://t.co/j0nz9qhYBg

 
 

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